09 julio 2017

Cuando las palabras dejan de sonar y los apretones de manos no tienen firmeza.


¿Qué pasó con el cumplimiento de la palabra dada?

Muchos acuerdos y compromisos que se realizaban en Rómulo se determinaban basados en que la palabra de una persona era lo más valioso, incluso más que un papel firmado, como aquel apretón de manos que determinaba el gran cierre de acuerdos. También el abrazo al finalizar una reunión con lo que se determinaba dicho acuerdo era otro factor importante. Hay valores que no deben perderse y estos son unos de ellos. Lastima que hoy se puede decir que se esfumó ese comportamiento tan noble.

Se nos llena la boca en decir y clamar a los vientos la importancia que tiene la palabra para resolver un conflicto,  esa palabra que da una solución ante un conflicto que parecía imposible. Gracias a la palabra dada, al famoso apretón de manos, al abrazo que con ello se llega a un acuerdo, con esos gestos y palabras mostramos la confianza que otros  pueden tener sobre uno.

Qué ocurre cuándo se incumple la palabra? 
Uno puede llegar a perder su prestigio, la confianza que otros pueden depositar, una credibilidad difícil de rescatar una vez incumplida esa palabra.
De ahí lo importante de respetar y mantener la palabra dada, máximo  cuando nadie nos obligó a ello, cuando nadie te forzó a sentarse para llegar a un acuerdo.

Como digo, ser fiel a la palabra dada, crea confianza, credibilidad en la persona. Cuando se incumple, cuado se rompe lo acordado en una reunión para el bien de un colectivo, la palabra incumplida, la ruptura del abrazo, lo único que afianza en el futuro inmediato no es más que desconfianza. Hace años no se necesitaba blanco sobre negro, simplemente la palabra y un apreton de manos.

¿es que ya no vale la palabra en nuestros días?

En nuestro tiempo, es importante, ser fiel a la palabra, lo que ella encierra. Ahora si tambien niegas el acuerdo que se hace, esto aún es peor para una credibilidad de futuros acuerdos.

Una palabra dada y acordada es importante pero más el saber cumplirla.

No cumplir con la palabra dada para un acuerdo es una burla y una falta de respeto a los demás.
Aún peor es hacer creer a otros que no acordaste, haciéndoles participes de esa falta de palabra. Eso aún es peor.


"La palabra dada manifiesta la capacidad humana de afirmarse, a pesar de todas las coacciones materiales", decía Kant.

No hay comentarios:

Publicar un comentario