Una vez que se ascendió al trono de Rómulo rápidamente se comunico la consigna a sus palmeros . Todos sus voceros, al unísono, cantaban: “No hay dinero”, “No hay dinero” , “lo derrocharon los que se fueron”. Desde ese momento, se activa el recorte por el recorte, se reducen las subvenciones en todo, se cierra un comedor de mayores, se deja de colaborar con comerciantes, hosteleros y las industrias del planeta romuliano, las calles sin mantenimiento y los servicios de teleasistencia sin camino. Cuando las asociaciones, colaboradoras de actividades, se aproximen a solicitar ayudas se les pone el disco de forma reiterada, “No hay, se lo gastaron todo los anteriores”, “No hay dinero”.
Los salientes del consistorio romuliano continuamente les dicen… pónganse a trabajar y dejen de mentir… que la mentira tiene las patas muy cortas!!!
Al poco tiempo la mentira se demuestra que tiene las PATAS CORTAS, se hace la luz y el municipio de Rómulo no tiene que acogerse a la ayuda del Gobierno central, para los municipios con problemas económicos, pues Rómulo tiene recursos suficientes para afrontar gastos. Las cuentas daban bien. Pero seguían con la canción y sus coros, los palmeros de Rómulo, voceando: “No hay dinero, no hay dinero” no podemos gastar, como un disco rayado.
Pasado poco tiempo, pero poco tiempo, ¡sorpresa, sorpresa! , los gobernantes romulianos deciden un gasto de ochenta mil euros en pintar la nueva casa de Romulo. Algo innecesario tal como está la situación de la casa, con una pintura en buen estado. Lo peor es que no se dan cuenta de la situación real de romulo. Pero hay que contentar a sus palmeros. Entonces, se inventan el problema, comienzan a decir que la casa tiene grandes humedades y tiene que ser tratada . -Todo hay que hacerlo una vez iniciada la reparación, y así la pintamos de blanco que nos gusta mucho más. Pero … no podemos descubrir nuestra mentira, así que seguimos diciendo “No hay dinero en Rómulo”. Y cuando la oposición les reclame haber dejado a los mayores sin comedor, no emplear los recursos en los jóvenes de romulo , no atender a sus parados, etc, etc. Entonces qué hacemos? – Sencillo- activamos a los palmeros de romulo y que canten al unísono: No tengo dinero. No tengo dinero.
Pero con todo ello se demuestra que la MENTIRA ¡¡¡TIENE LAS PATAS MUY CORTAS!!!
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