Vulcano reflexión.
Hoy el capitán Spock me comentaba
sobre los adictos a las mentiras y profesionales de la manipulación
por naturaleza. Los define como personajes que no se percantan de que
están aislados de la realidad. Ese embrujo les convierte en
prisioneros de la imagen que quieren trasmitir a los demás. No se
dan cuenta en ningun momento que les lleva a ocultar sus carencias,
viven una existencia falsa, una forma de estar cara a la galeria. El
cerrarse en un baul, situarse tras una mascara, no hace que
desaparezcan de un plumazo sus carencias así como su inseguridad.
Quiénes no aceptan sus defectos y
debilidades les conduce a negar una parte propia de ellos mismos que
termina afectando de forma severa.
Todo el que construye una imagen
ficticia, de apariencia, de fachada ante los demás deja de formar un
ser más capacitado para lo realmente primordial.
Por lo general dejan de pensar en su
propio yo y están más preocupados por lo que piensan los demás.
Pasan a ser una prenda en un escaparate. Nunca se paran a pensar o
preguntarse ¿qué es más importante lo que piensan los demás o lo
que piensa uno mismo?
La realidad es que la opinión de otras
personas tan sólo tiene importancia si nosotros se la concedemos. De
ahí que muchas veces terminan por asumir como propios los criterios
de otros, pese a que en muchas ocasiones no estén en consonancia con
su propia opinión y ni tan siquiera con sus prioridades.
Ser auténtico significa ser íntegro,
significa que respetas tus propios valores y principios, significa
ser uno mismo sin importarte el “qué dirán”.
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